Charlando con mi bibliotecaria preferida sobre sus secretos para incentivar la lectura en casa y en la escuela
Conozco a Vero desde hace muchos años y sé de su pasión por los libros, los alumnos y la lectura. Actualmente está a cargo de dos bibliotecas escolares, una de primaria (alumnos de 6 a 12 años aproximadamente) y otra de secundaria (alumnos de 13 a 18 años aproximadamente). Me pareció muy interesante compartir esta charla en mi espacio: esta página donde me siento como en casa.
Vero, sabemos que sos una experta en el arte de estimular a los alumnos en la lectura y llevar el manejo de la biblioteca escolar a otro nivel. Pero, ¿cómo se lee en la actualidad? ¿cuáles son los nuevos hábitos de lectura con las nuevas tecnologías y la vida moderna? Ya sea para jóvenes o para adultos
Actualmente se lee, pero se lee diferente. Con menor detalle y menores extensiones
Entre chicos y adolescentes está totalmente naturalizado leer en otros soportes que no sea papel. Aunque para las generaciones anteriores es más difícil abandonar el papel. Con estos cambios, lograr que la lectura sea hábito es un desafío muy difícil porque se ha transformado el soporte, pasando de lo digital al papel. Pero para los pequeños las pantallas están contraindicadas, por la vista y la sobreestimulación, con su consecuencia sobre la dispersión de atención. Hay que reconocer que se pasa mucho tiempo en las pantallas, pero no se lee tanto con ese soporte, se utiliza para el juego o las comunicaciones.
¿Qué pueden hacer los adultos para incentivar la lectura desde la infancia?
Para incentivar la lectura en casa hay un consejo que doy con mucho énfasis: leerles a los chiquitos en voz alta. Esto, además de la lectura en sí misma, tiene otros significados: a través de esa actividad con ellos dedicamos tiempo de calidad y es una demostración de afecto que supera el cansancio normal de los papás. Es una excelente estimulación. Que te vean leyendo tus propias lecturas también estimula, ya que los niños imitan.
No importa lo que sea lea a los chicos, aunque siempre se puede recurrir a los clásicos. Es una excelente manera de comenzar.
¿Y en la escuela? Contanos tus secretos. ¿Qué estrategias implementas en las bibliotecas a tu cargo?
En la escuela la estimulación a la lectura está planificada y programada. El docente a cargo lee en clase y además cada grado tiene una hora por semana dedicada a la visita a la Biblioteca.
Entre mis prácticas preferidas, está recibir a los estudiantes con la música de María Elena Walsh y aprovechar así a comentarles sobre sus libros. Generalmente el espacio está ambientado según el tipo de historia que se leerá. Si se trata de una historia de terror utilizo velas o detalles que ayuden a entrar en el argumento. Trato de juntar materiales, objetos, títeres que ya empiecen a mostrar los personajes del cuento o el relato.
Puedo proponer una lectura o un juego. Para los más chiquitos es muy importante la parte visual, para lo cual imprimo imágenes para que los chicos vayan mirando y pasando a sus compañeros. Si puedo lo hago en colores, que llama mucho más la atención.
Personalmente leo, no narro, pero incorporo elementos de la narración como entonaciones, onomatopeyas, cambios de voces, entre otros.
Para cerrar la actividad, suelo proponer algo lúdico como ilustrar la historia o cambiarle el final.
Como material de lectura, se usan desde cuentos clásicos hasta historias contra el bullying y los problemas de convivencia. Con los alumnos más grandes (12, 13, 14 años) suelo leer literatura clásica de Julio Cortázar o textos de Liliana Bodoc (escritora y poeta argentina que se especializó en literatura juvenil e infantil). Cuando elijo leerle un cuento del libro “Amigos por el viento” de Bodoc suelen pedirme otro para la semana siguiente. Les atrapa mucho esa propuesta.
Seguramente tu trabajo lleva tu impronta, desde el aporte material hasta las elecciones de presentación y tus valores personales.
Sí, muchas veces utilizo material propio porque no todas las escuelas disponen de material nuevo y rico, por un tema de presupuesto.
En mi opinión, una biblioteca escolar debe lucir del mismo modo que una librería. Con sus estantes atractivos y los libros mostrándose con su tapa y con todo su esplendor, que sea llamativa para los niños. Las sillas y las vidrieras son toda una invitación a elegir un texto y disfrutar de la lectura.
Aunque el libro haya estado mucho tiempo en la biblioteca, al ponerlo al alcance y a la vista de los alumnos, vuelve a recuperar interés y es muy probable que lo pidan para leer.
Otro objetivo que se logra en la biblioteca escolar es fomentar la responsabilidad individual. Se están llevando a casa un libro que deben devolver en buenas condiciones y en el tiempo estipulado para que otros puedan seguir usándolo. Y estas pequeñas reglas ya les enseñan mucho.
Cuando los estudiantes van en forma libre a la Biblioteca, ¿qué géneros son los más pedidos?
Principalmente eligen historietas o comics (los mangas no suelen estar disponibles en las bibliotecas escolares) pero también cuentos o novelas.
¿Qué opinas de las alternativas que se ofrecen ahora para clásicos de la literatura que se han endulzado o cambiado respecto a su versión original?
Personalmente creo que los chicos precisan conocer la versión original para luego acceder a otras versionas adaptadas o endulzadas. Los adultos que ya conocen la versión original pueden transitar o valerse de otras alternativas, pero primero se debe leer la versión del autor, sin cambios.
Sabemos que también tenés una actividad como docente en el ISET n° 18 de Rosario y que te gusta mucho la pintura y la decoración.
Así es, soy profesora en la carrera de Bibliotecología en Clasificación II, una de las materias técnicas de la formación. Personalmente, me formé con quien luego fue la Directora de la Biblioteca Nacional de Buenas Aires, una persona muy preparada con una visión amplia, que me permitió valorar esos contenidos y proponer un nivel alto. Porque esos contenidos no sólo sirven para llevar una biblioteca escolar sino también en otros ámbitos, ya sea de bibliotecas personales o bibliotecas especializadas. Me gusta mucho esta actividad docente ya que me impulsa a seguir actualizada y buscar nuevos recursos.
En cuanto a mis actividades creativas, disfruto mucho utilizando distintas técnicas para crear objetos de decoración. Estas actividades, y su correlato en mis redes, se llevan mucho de mi tiempo libre.

Uno de las creaciones de Verónica destinada a su biblioteca escolar
Para finalizar ¿Cuáles son los libros que más te han emocionado, inspirado y acompañado en tu fascinante viaje como amante de la lectura?
El primer libro que se me ocurre mencionar es “A 20 años luz” de Elsa Osorio, cuenta el período de la dictadura argentina y este libro me marcó mucho en mi adolescencia.
Un libro que me gusta para la infancia, es el libro “Vaqueros y trenzas” de Alma Maritano, una escritora rosarina que sitúa sus narraciones en nuestra ciudad, lo que me parece un valor adicional para nuestros lectores.
Y también tengo escritores favoritos, como Cortázar, Benedetti, García Márquez, entre otros. Un cuento que siempre recomiendo y sigo leyendo para los chicos es “Casa Tomada” de Cortázar, excelente y atrapante propuesta.
Muchas gracias Verónica por la charla! Nos hiciste valorar el papel crucial que desempeña una biblioteca escolar en el desarrollo de los estudiantes y la importancia de promover la lectura desde la infancia. Tu dedicación y pasión por la profesión se percibe en cada palabra.

Verónica Godoy, Bibliotecóloga
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El placer fue mutuo! Gracias Verónica por regalarme tu tiempo y esta charla tan interesante. Cuando hacemos las cosas con pasión se logran los mejores resultados. Y tus alumnos son los beneficiados!
Cariños
Realmente fue un placer hacer esta entrevista con vos, Martu. Tal cual fue como una charla en casa.
Me sentí muy cómoda con las preguntas. Al escucharme responder las preguntas, me sirvió para reafirmar la pasión que siento por mi profesión que a veces con el quehacer diario se diluye.
Gracias a vos por reivindicar y tratar estos temas que no son el título diario de los portales.
Cariños.
Verónica.